7
- Almería
- Cádiz
- Córdoba
- Granada
- Huelva
- Málaga
- Sevilla
El “Proyecto POPI” era un programa holístico que abordaba el absentismo escolar en Andalucía, en particular, la complejidad de las dinámicas individuales y familiares que se daban en familias en situación de vulnerabilidad y exclusión social para reducir el absentismo, aumentar el éxito educativo y disminuir el abandono escolar temprano. Este estudio evaluó el acompañamiento profesional que el “Proyecto POPI” ofrecía a familias y sus menores que se encontraban en situación de absentismo escolar y/o vulnerabilidad social, y que residían en áreas desfavorecidas. Este acompañamiento tenía el objetivo de incrementar su nivel de participación, uso y adherencia a una serie de recursos públicos y privados, que les ayudaban a mejorar su situación de desventaja social y reducía situaciones de absentismo escolar.
La población objetivo eran unidades familiares perceptoras, preferentemente, del Ingreso Mínimo Vital (IMV) o de la renta mínima de inserción social de Andalucía, residentes en zonas desfavorecidas, con personas menores a cargo de 6 a 16 años, que se encontraban en situación de absentismo y/o vulnerabilidad social.
La intervención, que duró 7 meses, desarrolló actividades en el ámbito educativo. Las familias participantes fueron asignadas aleatoriamente entre el grupo de intervención o tratamiento y el grupo de control o comparación. Todas las familias que participaron en la intervención contaron con actuaciones individualizadas tanto para las personas adultas como para las menores, así como con sesiones de acción tutorial dirigidas a la coordinación del trabajo entre los centros educativos y los equipos de acompañamiento familiar. A todos ellos se les ofreció la cartera de servicios ordinaria de los servicios sociales comunitarios, en base a su diagnóstico sociofamiliar, y se les orientó hacia los recursos comunitarios de cada entidad local. Las familias del grupo de intervención, en base a su diagnóstico, contaron además con una serie de recursos que incidían en la reducción del absentismo escolar: sesiones grupales de dinámicas familiares y sesiones grupales de competencias digitales dirigidas a las personas adultas de la unidad familiar y sesiones grupales de autoestima, inteligencia emocional y competencias académicas en matemáticas y lenguaje, dirigidas a personas menores. A las familias del grupo de comparación únicamente se les ofreció la cartera de servicios ordinaria de los servicios sociales comunitarios, tanto para personas adultas como para menores. 2.313 hogares participaron en la evaluación, de los cuales 1.447 fueron asignados a un grupo titular y 866 a un grupo de reserva. De los hogares titulares, 724 fueron asignados aleatoriamente al grupo de tratamiento y 723 al grupo de control.
Financiador del proyecto en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y responsable de la evaluación. Diseña y lidera los proyectos.
Responsable de la ejecución del proyecto.
La Junta de Andalucía, mediante su Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad es la responsable de ejecutar el proyecto. No obstante, han contado con el apoyo de las entidades locales para el desarrollo de las actuaciones objeto de experimentación, así como de la recogida y sistematización de los datos en todo el proceso. Para la realización de las actuaciones grupales de los itinerarios de inclusión sociofamiliar, las entidades locales han contado con equipos técnicos contratados o bien con la colaboración de Entidades del Tercer Sector.
El absentismo escolar y la vulnerabilidad social de las personas menores son dos problemas interrelacionados, que afectan negativamente el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia, comprometiendo su acceso a la educación, su bienestar emocional y su futuro socioeconómico. Las personas menores en situación de vulnerabilidad social tienen mayores probabilidades de enfrentar dificultades para asistir regularmente a la escuela, ya sea debido a la falta de recursos económicos, la falta de apoyo familiar o la exposición a entornos desfavorables. A su vez, el absentismo escolar puede agravar la vulnerabilidad social de las personas menores, ya que limita su acceso a la educación, reduce sus oportunidades de desarrollo y aumenta su riesgo de exclusión social. En España, en el año 2023, el 26,5% de las personas menores de 16 años vivían en hogares considerados en riesgo de pobreza o exclusión social (Eurostat, 2024). Además, en 2022 la Tasa de Abandono Escolar Prematuro, en Andalucía, era del 15,3%, por encima de la media estatal (13,9%) según los últimos datos disponibles (Instituto de estadística y cartografía de Andalucía. Junta de Andalucía, 2022).
Los resultados de la evaluación de la intervención diferencial recibida únicamente por el grupo de tratamiento fueron los siguientes:
La intervención ha tenido una alta adherencia entre las personas que han decidido iniciar el itinerario, a pesar del volumen y la diversidad de entidades locales que lo han ejecutado de manera simultánea. Este aspecto es muy destacable en el contexto de una población en situación de vulnerabilidad o exclusión social, que mantiene unas relaciones muy frágiles con los sistemas y los recursos públicos.
La Figura 1 muestra el porcentaje incremental de cada indicador de resultado principal (medido al final de la intervención) para el grupo de tratamiento comparado con el grupo de control.
Este mapa permite ver los itinerarios realizados en el marco del Laboratorio en cada región, ofreciendo una visión global de la distribución de los fondos ejecutados y de las distintas áreas de intervención.
7