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Airiños para Europa
Memoria GráficaBellas Artes, Dinámicos, Los seis de Galicia, Estelares, Agarimo, Brindis, Libertad, Florida, Poceiro, Gran Casino, Miel, Nuevo Estilo, Duendes,… son los nombres de algunas de las orquestas gallegas que a lo largo de los años sesenta y setenta del pasado siglo llevaron la música española a los emigrantes repartidos por las ciudades europeas. Daniel Martínez Barreiro (1942), integrante en su juventud de varios de estos populares conjuntos, nos cuenta las aventuras y desventuras que se vivían es los viajes de estas formaciones musicales semi profesionales.
¿Cómo nació tu afición musical, Daniel?
Empecé a tocar la guitarra con ocho años, en la escuela. Tenía un amigo que tocaba la corneta en la banda “Bellas Artes” de Cangas; a mí me daban cualquier instrumento y le sacaba sonido. Como no había instrumentos para todos, aunque yo quería el clarinete, me dieron el oboe. Las cañas eran muy caras, a lo mejor 8 pesetas, y como no tenía dinero para pagarlas, las hacía de las cañas que se ponían en las viñas.
Por entonces estaba también el Tercio de Falange, en el que podías tocar corneta o tambor; yo elegí corneta y me hicieron jefe de corneta, al mismo tiempo que seguía en la banda. Luego empecé a tocar el fiscorno por abandono de un compañero.
Orquesta Los seis de Galicia. Álvaro Antepazo
¿Cuáles fueron tus primeras actuaciones? ¿Tocabas sólo o en grupo? ¿Cómo eran los escenarios?
Cuando tenía 11 años fuimos a tocar a Baiona durante 4 días, en barco hasta Vigo y luego en tranvía hasta Baiona. Al regreso no funcionaba el tranvía por falta de electricidad y tuvimos que volver en barco de pesca a Cangas. También tocamos alguna vez en la Isla de Oms.
¿En qué grupos estuviste?
Uf… Fueron muchos. Banda de Cangas, Banda Gran universo, Os dinámicos, Los seis de Galicia, Estelares,…
Normalmente las bandas estaban formadas por cinco o seis instrumentos: órgano eléctrico, saxo, trompeta, batería, guitarra bajo, y por supuesto el cantante.
¿Qué tipo de música se tocaba en aquellos tiempos? ¿Cómo era Galicia en la época de aquellas actuaciones?
Según la banda o la orquesta variaba el repertorio, pero básicamente pasodobles, boleros. La chulapona, Katiuska, Pan y toros, Airiños aires. La Gran Vía, esas cosas.
La Galicia de entonces era una miseria. Un obrero ganaba 15 pesetas y yo en cambio 50 pesetas, que era mucho dinero para la época. En la banda se ganaban unas 25 pesetas y en la orqueta 100. No existían intermediarios. Las orquestas trataban directamente con la comisión de fiestas del pueblo, en el caso de las romerías, con los dueños de los locales. Y dormíamos en los hórreos o en casas particulares, así que no teníamos gastos de alojamiento.
La Orquesta Poceiro. P Santoro
¿Cuándo empezaste a salir al extranjero? ¿De qué orquestas o grupos formabas parte? ¿Cómo viajabas?
A parir de los años 60 empezamos a salir a Suiza, donde tocábamos para los emigrantes. También iban grupos y orquestas de otras partes de España. Al principio íbamos en furgoneta o en autobús; después ya empezamos a viajar en avión. También viajamos fuera de Europa, al Líbano y a Latinoamérica.
¿Actuabas sólo para los emigrantes españoles o también para los extranjeros? ¿Qué tipo de música pedían?
Tocábamos todo tipo de música y por supuesto se admitían peticiones del público. Recuerdo a un cantante que tenía contacto con los emigrantes y sabía lo que querían escuchar.
¿Cómo era la vida de los emigrantes en el extranjero? ¿Os relacionabais con los espectadores españoles que iban a veros?
Sí, claro, mucho, sobre todo con los de las Casa de Galicia, pero también con los del local, bar o club donde tocáramos. En Ginebra incluso íbamos de pesca con ellos al lago. Eso sí, se pescaban unos peces muy pequeñitos.
¿Qué visión se tenía de España desde el exterior? ¿Y cómo crees que la veían los emigrantes?
Yo nunca había visto una manifestación y me quedé muy impresionado cuando asistí a una en contra de Franco. Se repartían octavillas con un mapa de España rodeado de alambre de espinos y con tambores. Era cuando Franco había fusilado a los 5 detenidos del FRAP y ETA de Burgos. Y yo tenía miedo de que se hubiesen enterado en España de que habíamos estado en la manifestación y nos detuviesen al volver.
Por J. Rodher
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