Consuelo Rumí: "Las políticas migratorias tienen que ser coherentes con las políticas de desarrollo y de lucha contra la pobreza"

25 nov 2008 .- La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, aseguró hoy que las soluciones al fenómeno de la inmigración "dependen de que las políticas migratorias sean coherentes con las políticas de desarrollo y con las estrategias de lucha contra la pobreza".

La responsable de Inmigración y Emigración hizo esta afirmación durante su discurso en la II Conferencia Ministerial Euro-Africana sobre Inmigración y Desarrollo, que ha reunido hoy en París a sesenta países y veinte organizaciones internacionales con el objetivo de consensuar soluciones duraderas al fenómeno migratorio entre los interlocutores africanos y europeos.

El reto de la II Conferencia Ministerial de París es la adopción de un programa de cooperación plurianual centrado en los tres ejes del enfoque global de la inmigración: fomentar la inmigración legal, luchar contra la inmigración irregular y favorecer la sinergia entre inmigración y desarrollo.

Consuelo Rumí, quien dijo en su intervención que España continuará promoviendo la acción, el consenso y el diálogo en foros internacionales como el de París, afirmó también que "toda estrategia para manejar el fenómeno de la inmigración debe partir de la constatación de que los flujos migratorios pueden ser positivos para las sociedades afectadas si se ordenan adecuadamente en base a un principio de interés compartido".

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración apuntó, por otra parte, que desde 2004 es una idea nuclear del Gobierno español que la política de inmigración no debe tener únicamente soluciones unidireccionales y nacionales, sino que "en un mundo global la cooperación bilateral y la multilateralidad son imprescindibles para el éxito de las estrategias migratorias".

Consuelo Rumí finalizó su intervención en la II Conferencia Ministerial Euro-Africana sobre Migración y Desarrollo recordando que un contexto de crisis global como el actual, "las políticas relacionadas con la migración y desarrollo no pueden perder peso en las estrategias de los gobiernos, sino que han de cobrar fuerza para evitar la marginalización de los colectivos más vulnerables como el inmigrante y para ayudar al desarrollo de los países menos favorecidos".